La Danza de la Fortuna

Cuando Diego Milito anunció vía redes su salida de Racing, el equipo que conducía Sebastián Beccacece tenía por delante el complejo desafío de medirse en Copa Libertadores con el titular reinante, Flamengo, por los 8° de final. Finalmente, La Academia avanzó esa fase y luego fue eliminado por Boca Juniors, pasaron las elecciones, con triunfo amplio de la lista oficialista encabezada por Víctor Blanco y la toma de decisiones sobre el futuro del proyecto en materia fútbol, quedo postergada para 2021.

Tras 3 años de trabajo, la estructura de Secretaría Técnica, dejó de existir, más allá de la salida de su cabeza y líder, Blanco y su flamante CD decidieron discontinuar una forma de gestión y apostaron por recuperar el poder absoluto en la toma de decisiones, escuchando a un asesor deportivo. La elección recayó en Rubén Capria, ex jugador de la institución, cuyos antecedentes eran, hasta el 11 de enero de 2021, su breve estadía en la dirección técnica del primer equipo de Atlanta, en 2014, y el corto paso, frustrado por la pandemia por Covid, como "asesor futbolístico" del Club Atlético Atenas, de la 2° división de Uruguay, en 2020, de la mano de un grupo inversor, en un país donde la SAD están permitidas. Sin dudas un cambio radical de paradigma, más orientado en el paladar de un sector la dirigencia,  que en los antecedentes del Mago. A partir de ahí, se encaró la tarea de elegir el reemplazo para Beccacece al frente del plantel profesional masculino, tal vez siguiendo con la línea de los nombres propios que estaban fuera del radar por su presente, el 21 de enero, Juan Antonio Pizzi se convirtió en el nuevo director técnico de La Academia.

El ex atacante de River y Barcelona, había trabajado, desde 2016, de manera casi exclusiva como seleccionador de los equipos nacionales de Chile y Arabia Saudita, con un paso de apenas 13 partidos en San Lorenzo, en 2019, tras un año sin dirigir después del Mundial de Rusia 2018; su anterior ciclo con continuidad en equipos de liga fue en 2015, en el León de México. Sin dudas una apuesta riesgosa, de cara a una temporada con agenda recargada y escaso tiempo para reinsertarse en el complejo fútbol argentino. En este punto, quiero hacer una salvedad, es desde hace unos años enero un mes muy difícil para asumir el mando de un grupo, con un calendario que se modificó acortando drásticamente las otrora extensas "pretemporadas" de verano, otorgando escasas posibilidades de sumar horas de trabajo. Dos antecedentes cercanos: en 2018, Eduardo Coudet asumió su cargo el 3 de enero y pudo "gozar" de 2 amistosos (vs Temperley el 15 y vs CAI el 19), previo al debut en el reinicio del certamen, el 28, en Santa Fe, vs Unión, con 25 días de rodaje. Algo parecido "sufrió" Sebastián Beccacece en 2020, tomó el mando el 2 de enero, juego de preparación el 15 vs. Atlético Paranaense y presentación, en El Cilindro, ante Atlético Tucumán, el 26 de enero, tras 24 jornadas de preparación junto a sus dirigidos.

Menos suerte tuvo Juan Antonio Pizzi, fueron 22 los días para conocer a los suyos, sin amistosos "oficiales", previo al debut el 12 de febrero, ante el Banfield de Sanguinetti, que venía de disputar la final de la Copa Maradona el mes anterior. Antes de entrar en los números y el análisis del andar del equipo en el "cuatrimestre", es necesario repasar de que manera se armó el Racing modelo 2021: de la base titular, se fueron Augusto Solari y Lisandro López, a los que se sumaron Walter Montoya, Jonathan Cristaldo y Javier García. En contrapartida, llegaron para agrandar la plantilla 8 jugadores, 4 de ellos, Maximiliano Lovera, Ignacio Piatti, Aníbal Moreno y Ezequiel Schelotto, con muy poca acción en 2020, Matías Tagliamonte arribó desde Atlético Rafaela para ocupar el lugar de 3° arquero (con apenas 2 partidos en 1° división en la Primera Nacional), de la misma categoría, pero con rodaje y buenas actualidades, se sumaron Joaquín Novillo (Belgrano Cba.) y Enzo Copetti (Atl. Rafaela). Hasta ahí, el cuerpo técnico debería ajustar al máximo tiempos y formas para recuperar ritmo, en los 4 primeros casos, y acelerar la adaptación a una divisional superior, en los 3 últimos nombres propios. En lo previo, solo Tomás Chancalay llenaba los casilleros para saltar prontamente a la cancha con conocimiento del contexto, buen estado físico y continuidad en lo futbolístico en la divisional superior de nuestro fútbol, desde este dato, tal vez se puede entender porque, dentro del grupo de las "caras nuevas", fue el que mejor funcionó. Todo, además, en un contexto excepcional común a todo el fútbol argentino, atravesado por la pandemia, con contagios en los planteles y contratiempos con lesiones y secuelas físicas impensadas un tiempo atrás a la hora de prepararse para competir.

Los primeros 4 juegos fueron decididamente malos, tanto desde el funcionamiento como desde los resultados. 2 derrotas (Banfield y River por la postergada Supercopa Argentina 2019) y 2 empates (Aldosivi y Estudiantes LP) que, de manera muy prematura, dejaron a Pizzi en soledad junto al plantel de cara a su 1° juego "definitorio" para alargar su estadía en Avellaneda. Las declaraciones del DT tras la victoria ante Rosario Central, el 8 de marzo, despejan cualquier duda sobre el destrato que recibió de parte de la misma dirigencia que lo había contratado apenas 45 días antes.

Con pocas posibilidades de trabajar por la agenda apretada (a excepción de una semana en Marzo, entre los partidos vs Argentinos Juniors y River por Copa de Liga), los resultados fueron moldeando el andar de un equipo que seguía sin mejorar, pero sorteaba escollos y "sobrevivía" en base a triunfos. Así debutó y ganó el 17 de marzo por Copa Argentina, para iniciar su camino en otro torneo más a nivel doméstico ante un rival del Federal A. Racing venció por 3 a 1 a Sportivo Belgrano (que venía sin jugar en 2021) dejando una imagen pobre una vez más, pero con boleto a los 16°. Esas semanas con triunfos en la Copa de Liga y Copa Argentina, sostuvieron al DT en su puesto, sin embargo, se sucedieron derrotas inesperadas (Godoy Cruz, Arsenal y Central Córdoba) dejando al descubierto la irregularidad del ciclo en el plano local. Distinto desde la sumatoria fue el andar en la fase de grupos de Copa Libertadores, donde, pese a jugar mal en el debut ante la "cenicienta" Rentistas y rescatar un agónico empate, el equipo terminó líder invicto del Grupo E y protagonizó, ante San Pablo, en Avellaneda, uno de los mejores encuentros, por contexto y rival, acallando los rumores sobre lo que podía  ser el último encuentro del santefecino al frente del plantel. Esa misma semana, otra "final" ante CASLA para ver quien accedía a los 4° de final de Copa de Liga y otro de los partidos rescatables desde el funcionamiento, venciendo con justicia al Ciclón por 2 a 0.

El resto de la historia es más reciente y conocida, y no es la intención aburrir, sino aportar data para que cada uno saque sus conclusiones y, obviamente, dar la mía. Racing llegaba al cierre del cuatrimestre, clasificado a 8° de final en Libertadores y Copa Argentino y siendo uno de los privilegiados que disputó los 16 encuentros de la 1° edición de Copa de Liga Profesional. Desde los objetivos trazados y alcanzados, casi irreprochable lo de Pizzi y el plantel, las derrotas en ambas finales por título serían las "manchas" desde el punto de vista estrictamente del resultado. Se disputaron 5 clásicos, victorias ante Independiente y San Lorenzo, empate con victoria en penales ante Boca y derrota y tablas ante River, históricamente complejo para la estadística fría. En lo que pudiera ser el debe en un hipotético balance se agrega un punto más: Pizzi fue uno de los 3 técnicos que asumieron en 2021 en meterse entre los 8 mejores, (Zielinski con ELP y Falcioni con CAI fueron los otros), el resto venía con un trabajo continuo desde 2020, lo cual fue sin dudas una desventaja importante con respecto a la mayoría de sus pares. Otro aspecto positivo fue la utilización de jugadores de la cantera: Gómez, Gutiérrez, López, Godoy, Maggi, Cáceres, Domínguez, Segovia y Galván, sumaron minutos con distintas realidades. Otra pausa en este punto, imposible determinar si tuvieron chances por la convicción de Pizzi o por necesidad; los laterales, por ejemplo, saltaron al campo cuando pareció que al DT no le quedó otra alternativa. Iván Pillud y Ezequiel Schelotto fueron los titulares en la banda derecha mientras el físico los acompaño, por encima de Juan Cáceres. Más evidente fue el caso Galván en el otro extremo: Soto, Mena, Orban y hasta Melgarejo, en 3 encuentros, fueron opción antes de el debut del pibe por Copa Libertadores. Similar fue la historia del "Chino" Maggi, quien directamente no entrenaba con el plantel superior, y se abrió camino a fuerza de goles en reserva y las ausencias de Reniero y Cvitanich.

El punto que mayor controversia generó (y aún genera) es el funcionamiento y las formas del equipo. Racing cerró está etapa inicial de 2021, jugando tan mal ante Boca y Colón, como lo hizo en los partidos de apertura ya citados, sin mostrar una superación y pese a utilizar variados esquemas.. En el camino, Gabriel Arias fue figura excluyente siempre, punto central para explicar como Racing llegó a sumar 7 vallas en 0, aunque también es justo marcar que, en algunos cotejos parando línea de 5, se ganó en solidez. Desde los rendimientos individuales, no da la sensación de que la "mano" de Pizzi haya potenciado sobremanera a ningún jugador, además del arquero internacional chileno, se destacó una vez más Eugenio Mena, al igual que en el cierre de 2020 y fue positivo lo de Chancalay, de menos a mas desde el juego, además de aportar goles decisivos. Después varios fueron importantes en distintos pasajes, mostrando los altibajos mismos del conjunto: Enzo Copetti sorprendió adaptándose rápido con potencia y goles en momentos "calientes"; Juan Cáceres con su empuje y con tantos que valieron puntos, Iván Maggí sorprendiendo con un gol y varias asistencias y hasta "Chila" Gómez tuvo SU momento, dándole al conjunto pasaje a la final agigantándose ante Boca en San Juan, pero nunca el equipo, desde lo colectivo, mostró una identidad definida, ni fue dominador de los desarrollos. 

Es más, son pocos los juegos donde trámite y resultado, fueron de la mano: Colón, San Lorenzo, Vélez y San Pablo podrían ser las excepciones, dentro de los 25 juegos disputados en 2021. Otro de los temas polémicos estuvo en la manera en que se plantearon y disputaron las finales de la Supercopa Argentina y la Copa de Liga. El equipo no estuvo a la altura de lo que exigen partidos de esa talla, prácticamente no generó opciones de gol, cedió el protagonismo y fue goleado sin atenuantes. En este punto, la escasa generación y la poca audacia también se repitieron ante Boca, en la semifinal, aunque el pase a la instancia decisiva pareció dejar el como en un segundo plano.

Hasta acá algunos datos que quería compartir, cada uno sacará sus conclusiones, para el final, unas preguntas: ¿Existió, en casi 5 meses de trabajo, una evolución a nivel colectivo? ¿Cuánto de azar hubo en varios juegos para, ayudado por el gran nivel de Arias, obtener resultados? ¿Puede el equipo mejorar de cara al 2° semestre, con poco más de 20 días previo a la serie ante San Pablo? ¿Tenía/tiene Racing plantel para jugar de otra manera y también ser protagonista? ¿La salida de Pizzi podría garantizar una mejora con otro DT al frente del plantel? Seguro cada uno tendrá sus respuestas, antes de terminar, recordaba hace unos días como llegó al receso de medio año el ciclo de Facundo Sava en 2016, y veo algunos puntos de contacto. El Colorado llegó por descarte, también de la mano de Miguel Jiménez, ante la negativa de los mellizos Barros Schelotto y Eduardo Coudet, los elegidos por Víctor Blanco, y transitó, casi siempre, entre cuestionamientos de la prensa, de los hinchas y también de la propia dirigencia, pese a lograr algunos objetivos de mínima: acceder a fase de grupos de Copa Libertadores y clasificar a 8° de final del certamen continental y avanzar en Copa Argentina, teniendo un muy mal paso en el Torneo Transición de Argentina. Diego Milito y Sebastián Saja fueron sus sostenes y sumado a la buena imagen que dejó el equipo en la serie ante Atlético Mineiro, todo parecía indicar que completaría el año de contrato al frente del equipo. Sin embargo, a poco de reiniciar la doble competencia en el plano local y con el libro de pases concluido, Víctor Blanco decidió despedir al entrenador, sumando un nuevo error en un año de malas decisiones, juicio y compras de bajo nivel a muy alto costo. 

La relación entre Pizzi y la dirigencia se rompió en marzo, en ese momento, Blanco se comunicó con Diego Cocca, quien decidió continuar, al menos hasta Junio, en Atlas de México, esa negativa y la semana de victorias, le dieron aire al ex técnico de San Lorenzo. Repasando lo sucedido en 2016 con Sava, y con el fin de no repetir errores, si no existe un convencimiento real para afrontar lo que viene con el santafecino al frente del equipo, la decisión debió tomarse ayer. El raid mediático del presidente tras meses de silencio, previo a la semifinal ante el Xeneize, apoyando de manera tardía y oportunista el proceso, no le deja hoy mucho margen de acción. Racing retomará prontamente las triple competencia casi al mismo tiempo en Julio, y en mi caso, son más las dudas que las certezas, sobre todo al ver como jugó el equipo los últimos 2 partidos, la esperanza de que la seguidilla de resultados se viese reflejada en un mejor funcionamiento que permita ilusionarse con argumentos sólidos desde lo futbolístico, nunca se concreto y el futuro de la era Pizzi es para mi una incógnita. Jugando con las palabras del título, Señores, hagan sus apuestas!

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