Más alto, más cerca
Racing venció por la mínima a Belgrano y sigue mirando a todos desde la cima. Lisandro López, al minuto de juego, marcó el tanto de la victoria.
Se esperaba un duelo cerrado, algo similar a lo que plantearon Huracán y Estudiantes, con la premisa en lo previo de la paciencia como estandarte, ante la ansiedad lógica del hincha. Sin Marcelo Díaz dentro del 11, y con el ingreso de Solari en el medio, para aportar desequilibrio por afuera. Del otro lado el Belgrano de Osella, que venía de cortar una serie de empates en 2019, con la goleada en ese mano a mano ante Patronato, con la idea de hacer un partido largo, cerrar espacios y esperar su momento. Sabía, además, el Pirata de la derrota de San Martín de San Juan, para alimentar el sueño de seguir en Superliga.
Todo lo que planificaron ambos cuerpos técnicos, se diluyó al minuto de juego, con esos golpes de escena que suele dar el fútbol, Racing logró en su primer avance, lo que en la previa, sería su objetivo central para poder abrir el trámite. El Pirata vió como esa trepada de Mena, (con desvió en el trayecto del centro), y ese zurdazo bien bajo y esquinado de Lisandro, tiraba a la basura todo lo trabajado durante una semana, en cuestión de segundos.
Ambos sintieron el efecto del tanto de Licha: el local creció en confianza, y viendo como el celeste no hacía pie, estuvo cerca de agrandar la diferencia a través de Donatti y Cvitanich. Recién pasados los 15, Sequeira remató desviado el primer intento de los de Osella, como para "despertar" a Arias, que hasta ahí miraba sin participar. Fue buena la primer media hora del equipo de Coudet, sacar la ventaja rápido, le dió serenidad y ganó ampliamente el duelo de la zona de gestación. Mena pasaba bien por izquierda, Nery Domínguez daba salida clara, Zaracho se asociaba bien con ese primer pase, y arriba la movilidad de los "viejitos" generaba un desorden que Racing bien pudo aprovechar para liquidar el juego en el primer tiempo.
A todo lo bueno que generaba el equipo, le volvió a faltar la conexión por derecha, ni Solari, ni Saravia pesaron nunca en el trámite y de a poco Belgrano dejó de sufrir. Pudo ser de nuevo el segundo con un remate de Cvitanicvh y el travesaño le negó el premio del gol a Nery (la figura del la cancha nuevamente). Se fueron los 45 de inicio, con una versión muy mejorada en comparación a los últimos arranques de partido, pero con el resultado muy "corto" en relación a las chances generadas. En la visita, sólo Rigamonti con un par de tapadas interesantes, pareció estar en el Cilindro.
La historia cambió en la segunda parte, el ingreso de Gudiño por Meli le dió otro ritmo a la zona media del Pirata, adelantó líneas Lértora para dar pelea unos metros más adelante, y en los pies de Mendoza, la visita tuvo la más clara del partido para llevarse el empate. Racing bajó mucho la intensidad y la precisión en los pases, y con algunas dudas en salida, permitió que en los 10 iniciales del complemento, Belgrano creyera en la igualdad. Se sumó Brunetta a la banda izquierda, para jugar a espaldas de Saravia, y con Cuero en la misma síntonía, jugando con extremos bien abiertos, Racing tuvo que limitar las subidas de sus laterales.
El juego se emparejó, el local ya no tuvo la frescura y lúcidez del primer tiempo, y si bien Belgrano no generaba llegadas claras (Arias no tuvo que intervenir nunca), la diferencia mínima sostenía la incertidumbre. Se fue Solari, de bajo rendimiento, e ingresó Cardozo, y con él, Coudet buscó la tenencia para defender con la pelota. Hizo lo propio el Churry por Cvitanich para aguantar la bola lejos del área propia, pero el equipo había "gastado" mucho y ya no tuvo resto para visitar con convicción a Rigamonti. Un par de pelotas paradas y ese remate de Zaracho, cruzado pero débil, fue lo poco que se produjo en ataque en el cierre.
Sostenían Lisandro y Domínguez los niveles para ser los mejores de Racing, y Belgrano volvió a desnudar su anemía ofensiva (fue su sexto juego en el año sin marcar goles) para lastimar, y entonces el partido fue chato, con los nervios y la tensión de lo mucho que ambos se estaban jugando, con batalla en la zona media, pero sin llegadas claras en los arcos.
Parecía que pintaba para goleada y fiesta, y se quedó en el 1 a 0, que de todas formas se festejó porque en la recta final, todos los juegos son de una carga extra muy grande, en los dos extremos de la tabla, tanto para campeonar como para sostener la categoría. El triunfo adquirió valor superlativo por el mediodia del domingo, cuando Defensa cayó en Paraná, y Racing estiró la ventaja a 4 puntos, con 6 por jugar.
Desde los futbolístico, Racing mejoro (mucho), la producción de Santa Fé, tuvo un buen primer tiempo, dónde fallo en la definición, como para poder ampliar el marcador y desde esa ventaja, jugar más "tranquilo" el resto del cotejo. Suplió bien la ausencia de Díaz, sigue con el capitán muy enfocado a la hora del gol, sacó adelante otra final y ahora tendrá un receso de 15 días para pensar en Tigre, sin ir más allá, intentando abstraerse de la locura de afuera, para poder alcanzar el objetivo adentro.
Comentarios
Publicar un comentario