Un punto que garantiza punta

Racing igualó ante Colón y aseguró la cima en soledad, a tres fechas del cierre de Superliga. Darío Cvitanich marcó el empate, a poco del final.


No fue el partido "soñado" por Coudet y los suyos, al contrario, el viaje a Santa Fé se hizo cuesta arriba y se terminó "rescatando" un punto, que puede cotizar en bolsa (o no) cuando se cierre el torneo. El contexto mostraba un rival con un arrastre importante de problemas, sin funcionamiento ni resultados y con el banco "huérfano" a partir de la salida polémica de Julio Comesaña.

La semana había estado cargada para el mundo Sabalero, y sin dudas, la ida del uruguayo, descomprimió el ambiente. Asumió Goux de manera interina (mientrás Lavallén firmaba su contrato) y lo que se presagiaba como un juego que podía marcar el final de un ciclo, viró 180° y sirvió para motivar al plantel, con la visita del líder de la Superliga como foco para recargar energías.

Varios cambios mostró en el 11 inicial el local, la vuelta de Fritzler, las variantes con Toledo y Escobar en las bandas para "reforzar" las zonas de trepadas de Mena y Saravia, y el esquema con Morelo como referencia y Esparza para acoplarse a la estructura defensiva o de ataque, de acuerdo a como saliera la presión alta.

Por el lado de Racing, todo estaba más claro, la vuelta de Leo Sigali por Nery Domínguez, fue la única novedad del puntero, con el mismo esquema y el resto de los apellidos que vencieron al Pincha.

De movida nomás, se vio la intención de Goux para con los suyos: ser muy intensos para dejar claro que Racing no iba a poder jugar, con mucho rigor físico, doblando marcas y achicando los espacios. El equipo del Chacho, tenía que retroceder en cada intento de avance y los del medio no podían conectarse entre sí; con ese panorama, Cvitanich y Lisandro no tenían alimento para jugar y casi no tocaron la pelota en la etapa de inicio. Colón hacía bien su parte de obstruir y contener, pero sin lastimar a Arias. El partido era chiquito, sin llegadas netas y el Sabalero estaba mucho más cómodo con el trámite. Había tenido una aproximación con una llegada bien a fondo de Morelo, en la que se pidió penal de Sigali y poco más.

Hasta que a los 30, en un córner a favor, Racing fue en búsqueda del desnivel por la vía aérea, con la trepada de sus centrales y tuvo un pésimo retroceso, con mucha gente corriendo desde atrás, desordenadamente, a tal punto que Mena quedó para relevar a pierna cambiada y se llevó puesto a Morelo. Baliño (que había quedado condicionado por la anterior), marcó el penal y el colombiano puso el 1 a 0.

Ni siquiera el gol pudo despertar a un Racing que jugó su peor primer tiempo desde aquel domingo a la mañana, ante los suplentes de San Lorenzo, en el Cilindro. Es más, sin claridad, pero con empuje, el local siguió buscando de contragolpe en el final de la etapa inicial, y Racing, terminó, a los 47, con un tiro de esquina en contra. Punto final y la mejor noticia para Coudet, que tenía mucho por corregir en el descanso.

A diferencia de otros juegos, esta vez el DT tocó el medio sin dejar correr los minutos, y salto al campo Augusto Solari por Neri Cardozo (jugó de "regalo", pudo irse temprano por un codazo infantil en la mitad de cancha). Con el ex Estudiantes en cancha, la idea fue buscar profundidad por los costados, ya que hasta ese momento, ni Mena, ni Saravia habían terminado avance alguno con criterio. 

Cambio la actitud el líder de Superliga, aún sin encontrar juego asociado ni secuencia de pases, se notó de movida que el partido se jugaría en otros términos. Al mismo tiempo, Colón sintió el trajín de 47 iniciales de un desgaste descomunal (¿en cuantos partidos del sabalero se vió tanto compromiso?) y Racing se le fue encima. Sin fútbol, pero con ganas, intento buscar a un Burian que no intervino casi en 70 minutos. Recién a los 25 del complemento, Lisandro busco con un remate de media distancia, y el uruguayo tuvo que intervenir.

Fue aceptable el ingreso de Solari, al menos para mover la aguja en cuanto a ritmo en la zona media y alguna chance de desborde por fuera, dejó el campo Saravia (de muy bajo nivel) y se vino Andrés Ríos para jugar con más presencia cerca del área rival. No sería la noche de la Academia desde la tenencia, y entonces se apostó al empuje, tuvo un par de chances Colón de contra en los pies de Zuqui (Arias le sacó un tiro libre picante) y Chancalay, pero siempre jugando muy lejos del arquero y con arrestos individuales.

Se moría el juego y la llave la tuvo Solari, con amague para llegar bien al fondo y desde ahí buscar la cabeza de Donatti, travesaño y rebote goleador para Cvitanich, que gritó el empate agónico. Premio a la búsqueda, y algo de justicia en el marcador, porque Colón se quedó y no sostuvo lo bueno del 1° tiempo. Es más, en la última lo pudo ganar el equipo del Chacho, cuando Mena ganó el fondo por su lateral y Cvitanich no se jugó en empujarla él, abrió las piernas para dejarla pasar y Ortiz rechazo en la boca del arco. 

No hubo tiempo para más, en ese final, quedó la sensación de que Racing "regaló" la primera mitad y que, aún sin lucidez con la bola, de haber salido concentrado, pudo ganarlo.
Empate que asegura, de mínima, seguir en la cima en soledad, hoy se sabrá con que distancia sobre Defensa. Sin dramatizar, ni preocuparse, pero si para ocuparse de no repetir lo del comienzo, en buscar más y mejores variantes para cuando los juegos se den como el del sábado. Con el aliciente de no darse por vencido y revertir la imágen, con el cambio de mentalidad para plantarse de otra manera y con el acierto de Coudet en el ingreso de Solari.

Lo que viene dirá si se ganó un punto, o si se dejaron dos en el camino, ante un rival inferior y que venía con más carencias que alegrías. Como sea deberá tener claro el equipo, que la pasividad del arranque, ante un adversario de otro calibre, puede costar caro y el contexto de final del certamen, ya no deja margen para errores.

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