El momento de Independiente

De cara al juego de mañana, repasamos números y actualidad del equipo de Holan.


Se sabe que no es un partido más, se siente de manera distinta y se "juega" mucho tiempo antes,  de hecho, muchas veces el análisis previo desde lo táctico puede quedar opacado por el desarrollo. Así y todo vamos a repasar las estadísticas del Rojo en la víspera del clásico, y revisar las formas que viene utilizando Ariel Holan en la búsqueda del equipo titular.

El sueño copero (al igual que en los casos de Boca y River), se llevó casi un tercio de la actual Superliga para Independiente. Y tras la eliminación ante River (4° de final), en octubre pasado, los resultados y el juego, no le permitieron nunca, meterse en serio en la lucha de arriba.

Hoy se encuentra en la octava posición, con 29 puntos. a seis unidades de los puestos que dan pasaje a la Libertadores 2020. La mirada retrospectiva de como inició Superliga, muestra algunos apellidos de peso que no están, y otros que (pese a llegar en Junio de 2018), no terminan de hacer pie como para afirmarse dentro de la consideración del DT para estar desde el arranque.  En ese mercado de pases, pensando en la segunda etapa del torneo continental, llegaron a pedido expreso de Holan, varios jugadores: Pablo Hernández, Francisco Silva, Fernando Gaibor, Ezequiel Cerutti y Guillermo Burdisso ampliaron el plantel del rojo. En este enero, hicieron lo propio Cecilio Domínguez y Pablo Pérez. 

Con respecto a las primeras fechas del torneo doméstico, allá por agosto del año pasado, solía utilizar un 4 2 3 1 como dibujo. Dentro de esa formación base, hay dos habituales titulares, que ya no están. Las partidas de Emmanuel Gigliotti (Toluca) y Maximiliano Meza (Monterrey) hacia México, hicieron mella en el poder de fuego del equipo. A esas salidas, debe sumarse que Silvio Romero (reemplazo directo por características en el puesto de delantero centro), desde su llegada, no ha podido sostener con regularidad su nivel, arrastrando lesiones de manera casi continua.

Ese 2018, se cerró sin alcanzar ningún objetivo: perdió la chance de clasificar a la actual edición de la Copa Libertadores en el primer semestre (6° puesto con 46 puntos), fue eliminado en cuartos de final por River y siempre estuvo lejos de ser protagonista en la actual Superliga (con el agravante del andar sólido de Racing). Tal vez por ese motivo, y buscando ser más agresivo en ofensiva, el 2019 lo encontró a Holan utilizando un 4 3 3, aunque los resultados y el funcionamiento aún se hacen esperar.

Tres empates y una victoria es la cosecha del reinicio de Superliga: un 50% de efectividad que no le permitió achicar la distancia con los del lote de arriba, pese a no conocer la derrota. En el verano, llamó la atención, la conflictiva salida de Emmanuel Gigliotti, autor de 12 goles de los 24 que el equipo había marcado en las 15 fechas iniciales. Aún sigue el Rojo esperando quien tome la posta, para lograr más gritos, en un equipo que hoy no genera la cantidad de situaciones que supo fabricarse en otras etapas con el ex DT de Defensa y Justicia en el banco.

De cara al juego de mañana, no podrá contar con Pablo Peréz, expulsado ante San Martín de San Juan, y han trabajado de manera diferenciada dos potenciales titulares como Sánchez Miño y Silvio Romero. Vuelve a apostar en el ala izquierda defensiva por la dupla Burdisso-Silva, tal vez para sostener altura a la hora de defender la pelota parada de Racing. En la zona de volantes, aparece en soledad Nicolás Domingo como el único con aptitudes naturales para recuperar; puede encontrar en ese armado del medio campo, una ventaja el equipo del Chacho, si logra hacerse del balón y dominar desde la tenencia.

Desde lo estrictamente futbolístico, está claro no llega el local en su mejor versión: no tiene definido un sistema desde lo colectivo; no encuentra desde lo individual, niveles que sostengan titularidad (Campaña y Domingo parecen los únicos "intocables" hoy), como para hablar de una base que sale de memoria y tampoco se nota una evolución desde el juego. 

Desde lo matemático, saben en la mitad roja de Avellaneda, que deberán ganar mucho de lo que resta por jugar si desean, de mínima, terciar en la pelea por el cuarto escalón. Así el panorama, el choque clásico de mañana por la noche, aparece casi como la última chance de congraciarse con su gente, a la espera de ganar para que su histórico rival, no se encamine "agrandado" a la conquista de una nueva estrella.

Más allá de los datos estadísticos y la mirada sobre el andar de los equipos, suelen esta clase de partidos, estar marcados por una incidencia grande de la cuestión anímica y mental. En lo previo, aparece el Racing de Coudet con las cosas más claras, una regularidad envidiable que lo sostiene puntero tras 15 fechas y niveles individuales que invitan a soñar. Después, como pasó siempre, la verdad se verá en el césped, esperando torcer la racha adversa en el Libertadores de América, desafiar a la historia contemporánea y (como pasó en 2015), ganar en territorio ajeno.

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