Un empate sanador
Racing igualó ante Corinthians en su debut en Sudamericana. Andrés Ríos puso en ventaja a la Academia y Gustavo empató a poco del final. El 27 de febrero, la revancha en Avellaneda
Era indispensable dar señales de vida, era necesario volver de Brasil con la serie abierta, y el "muleto" de Coudet redondeó una buena noche en el Arena Corinthians, más allá del sabor amargo por ver como (a 3 del cierre), se escapó la victoria.
Pero debemos ir por partes y de movida marcar que Racing saltó al campo con un equipo alternativo, con algunos jugadores en puestos no habituales, el debut de Ríos, la vuelta de Ojeda después de 9 meses y ausencias significativas. Eso como para poner en contexto el juego y atenuar la mirada a la hora del análisis.
Sin Donatti, Mena, López ni Fernández en el 11 inicial, con Orban y Schlegel relegados por lesiones, más la suspensión de Soto, el Chacho paró en cancha lo mejor que tuvo disponible. Pillud y Ojeda "rearmaron" una banda izquierda de contingencia, se le renovó la confianza a Cardozo, Nery Domínguez se metió de central y Andrés Ríos fue la pareja de ataque para el primer cotejo de Cvitanich como titular.
Por el lado del Timao, la necesidad de encontrar rápidamente resultados, hizo que Carille ponga a Vagner Love como complemento de Gustavo (el artillero con 4 tantos en 2019). Jadson y Sornoza, fueron los elegidos para generar fútbol y llegar a los dominios de Arias; Fagner, por la banda derecha, era la salida obligada del local.
Los de Coudet salieron con la premisa de amigarse con la pelota, basados en el primer pase claro que pudieran general Domínguez y Díaz, como para empezar a controlar el ritmo. La más clara de inicio fue del local, pero a partir de un rechazo largo de Cassio que encontró mal parados a los centrales y Arias le ganó el duelo a Vagner Love. Fue un aviso, Racing rapidamente tomó las riendas del juego, con un buen aporte de sus medios y la movilidad de Ríos y Cvitanich para no dar referencias y generar el desorden defensivo del Corinthians.
Respondió la academia con el gol anulado a Solari tras el rebote en el palo a un desvio de el ex delantero del Taladro. Solari, Cardozo y Ojeda ganaban el duelo del centro del campo, Saravia y Pillud estaban en una buena noche y entonces no extrañó que llegara la apertura del marcador. Se buscaron los puntas, no salió limpio el intento de pared en carrera entre ellos, pero Ríos fue muy resolutivo para girar tras el rebote corto de Ralf y clavar el zurdazo bajo y esquinado para poner el 1 a 0.
De ahí en más se vio lo mejor de la visita, manejando los tiempos, creció Díaz en el juego, se acomodaron los centrales y se pudo ver algo de lo que habitualmente muestra el puntero del fútbol argentino. Sin ser muy profundo, Racing pudo ampliar la diferencia con un remate de Pillud y una volea de Ojeda. El local tuvo un par de llegadas, con un cabezazo de Gustavo (una constante en la noche paulista) y un remate cruzado de Jadson, ambos bien conjurados por Arias. Fin de un buen primer tiempo, en ventaja y con merecimientos.
La historia cambió en el complemento, Racing empezó a perder rápido la pelota y el Timao se animó a meterse en campo académico. Bajo mucho su producción Cardozo, los de arriba sintieron el trajín y Coudet equivocó los cambios: era Fernández por Cardozo, y si era necesaria la salida de Cvitanich (fue su 1° juego de arranque), no debió Racing quedar con un solo punta. El arco de Cassio quedo algo lejos, así y todo tuvo la suya Saravia en una buena proyección por derecha, pero el experimentado arquero lo ahogó el grito.
Perdido por perdido, y con Racing replegado, Carille insistió con hombres de ataque y saltaron al campo Pedrinho y Clayson. El Chacho prefirió "guardarse" el último cambio y cuando el juego se moría, llegó una falta en favor del local y el cuarto salto libre de Gustavo, esta vez para convertir de pique al piso.
No hubo tiempo de nada más, para Corinthians el premio excesivo de llegar a la igualdad y revertir el resultado de manera parcial. Para Racing, tal vez el castigo al quedo de los 45 finales, cuando había sido más en el primer tiempo. La falta de resto físico (inentendible siendo el 4° juego de la temporada, contra los ocho del rival en 35 días) y los cambios conservadores de Coudet fueron el envión que el Timao necesitaba por ir por el empate.
Seguramente en el balance, se impongan las buenas sensaciones por encima de la bronca por el triunfo que se fue en el final. Porque es una semana difícil para afrontar el inicio de una competencia internacional, porque se jugó con un once sin minutos de preparación, y (por motivos que explicamos antes), varios tuvieron que hacer un aporte "extra", dando una mano en funciones que no son suyas por naturaleza.
Pero de eso se trata levantarse en un deporte colectivo: de poner lo grupal por encima de las dificultades, plantarse como lo hizo el equipo en el 1° tiempo y volver de Brasil con la serie más que acomodada, para obtener el pasaje a la siguiente fase, el miércoles 27 de local.
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